La cuesta de enero como la conocemos en España y Latinoamérica se refiere a la subida de precios que se da a principios de un ano por valor de impuestos en gasolina, y elementos de la canasta básica como el pan, la carne, los huevos. No solo nos enfrentamos al reparo de los gastos del mes anterior sino también a un cambio en nuestro consumo a partir de ahora.
Si eres como el 80% de los españoles las festividades navideñas y de año nuevo significan mucho para ti, es por ello que no ponemos reparo en gastar números no usuales durante este mes de fin de año, entre regalos, exquisita comida, adornos, ropa nueva y algún que otro elemento que necesites para comenzar una nueva resolución –como los zapatos nuevos para ir al gimnasio-.
Desde casa
- Tu tarjeta de Crédito
- No compres por descuento
- Que tus resoluciones del año no cuesten
1. Tu tarjeta de Crédito
La tarjeta de crédito debe ser tu última alternativa al momento de comprar
Escóndela, quémala o congélala…Ok quizás no debamos ser tan drásticos, pero pensar a dejar de salir sin ella y que no pasa nada. Igual, en compras online, debemos evitar dar nuestros datos de tarjeta a todos los sitios, no solo por el tema de seguridad, si no que también facilita las compras esporádicas y la adquisición de bienes que en verdad no necesitamos. Si sigues por este camino al final de mes tendrás una tarjeta llena de pequeños gastos que pueden formar en promedio hasta el 40% de tus gastos dejando nada al ahorro y la planeación.
Hay que tomar en cuenta que las tarjetas de crédito tienen una comisión por uso, anualidad y además intereses por pagos tardíos, requieren de más atención. Si no la utilizas desactívala, es lo mejor.
Alternativa
Utiliza tu tarjeta de crédito solo en emergencias, bueno, sonara un tanto obvio, pero es real. Utiliza mejor tu tarjeta de débito u otra alternativa que hablábamos en una planeación financiera eficiente es el uso de efectivo.
2. No compres por descuento
Enero está lleno de roscas a mitad de precio, adornos, comida y muchas más ofertas, pero esto no está pensado en el consumidor, al contrario, son cosas que la tienda no ha logrado sacar y que ahora está intentando atacar a tu subconsciente con precios difíciles de resistir, pero resistir realmente no es tan difícil cuando te das cuenta que es algo que no necesitas.
Alternativa
Está comprobado que a muchos de nosotros nos libera endorfinas el encontrar un buen descuento, nos produce una satisfacción pensarnos ahorradores o creer que nos hemos aventajado de una situación, sim embargo el resultado es momentáneo y al poco tiempo nos olvidamos, incluido del ítem que hemos adquirido.
Si eres un entusiasta de los descuentos no te diremos que abandones por completo la actividad, pero hay una manera más útil de llevarla a cabo. Antes de atacar las tiendas con descuento, establece cuales son las que te interesan, ve a tu casa con tranquilidad y arma una lista de cosas, que realmente necesitas, seguro algunas las podrás encontrar en descuento y se mataran dos pájaros de un tiro, ahorraras y obtendrás cosas que realmente necesitas.
Otra alternativa es el observar, observa en qué momento se dan los descuentos, ¿es a fin de mes? ¿Cuándo es fin de temporada? Generalmente las tiendas de ropa, electrónica e incluso de conveniencia tienen un ciclo de vida para sus productos, llegando a ser una diferencia del 70% de descuento en una prenda de vestir comprada a principios de mes que a final. Planea de acuerdo a estos ciclos y no sentirás el aumento anual de precios.
3. Que tus resoluciones del año no cuesten
Cambia el yo prometo por el yo hago. No necesitas nada más que tu mind-set para cumplir tus objetivos.
Hemos escrito una pieza en nuestro siguiente enlace sobre como cumplir las resoluciones que te has hecho este nuevo año sin perder tu economía, exactamente porque entendemos lo importante que es.
Alternativa
No seas precipitado. Haz un plan con lo que cuentas, si deseas comer más sano, inténtalo con ingredientes baratos o que tengas al alcance en tu hogar, no debes necesariamente comprar tu suplemento de proteína si no has comprobado primero que puedes mantener tu resolución. Recuerda que para algo se convierta en un habito necesita de al menos 21 días.
En el trabajo
- Uso del automóvil
- Comida en restaurantes
1. Uso del automóvil
No solo la gasolina puede haber aumentado de precio, también los precios por estacionamiento, es tiempo de que te preguntes si es realmente necesario llevar tu coche al lugar de trabajo, es posible que si se trata de una caminata de 30 minutos o un solo pase de autobús por 15-20 minutos la respuesta sea negativa.
No todos contamos con la misma suerte, si vivimos en metrópolis el trabajo puede quedar hasta unas cuantas horas en automóvil.
Alternativa
Si tu trabajo queda cerca, camina. Una caminata matutina te despertara, mejorara tu atención y salud en general y te ahorra todos los gastos que tu auto consume.
Si tu trabajo queda lejos, comparte. Si tu empresa es pequeña o grande no es tan importante, lo más seguro es que no eres el único viviendo en tu barrio o cerca y que encuentres a alguien tan interesado como tú en ahorras. Un carpooling o aventones como los conocemos nosotros debe ser beneficioso para todas las partes, una semana saca el coche tu compañero, una vez tú, pueden ponerse de acuerdo 2, 4 o las personas posibles. Si no tienes este tipo de confianzas con tus compañeros puedes cambiar la ruta, es decir, el punto en común puede ser el de salida, compartes con tus vecinos el trayecto con ligeras desviaciones al terminar.
2. Comida en restaurantes
Por el tiempo, que es nuestro recurso más importante, nos descuidamos no solo en salud comiendo cuanta comida frita y rápida tenemos a nuestro alcance, como también olvidamos el comer una dieta balanceada, esto repercute en nuestra salud y también en nuestra cartera. Comer en un restaurant promedio en España nos sale hasta en 15e por un almuerzo normal. Uno de los agujeros más grandes de la economía.
Alternativa.
Cocina en casa, no te decimos que cocines todos los días al llegar a tu casa porque es igualmente una gran pérdida de tiempo. Planea durante tu fin de semana, compra y cocina los platillos que comerás el resto de la semana, guarda y congela.