El sistema de pensiones en España es, sin duda, una de las medidas del estado que mejor ha funcionado a lo largo de muchos años, garantizando una retribución económica justa a las los trabajadores después de su jubilación. Pero debido a la naturaleza solidaria de esta pensión pública, en el que los jóvenes realizarán el pago a las personas mayores mediante sus impuestos, lo que en su momento fue una ventaja, ahora se está convirtiendo en un problema.
Por ejemplo en los años 80 la población española contaba con, aproximadamente, un 10% de población jubilada y, por tanto, beneficiándose de esta ayuda. Esto significa que el porcentaje de españoles trabajando, y contribuyendo a este sistema era mucho más alto que el de personas que recibían la ayuda. En la actualidad el porcentaje de pensionistas supera el 20% y se espera que en los próximos años alcanzará el 30%, números que, lamentablemente, hacen que este sistema de pensiones, tal y como está concebido actualmente sea deficitario y no pueda funcionar como lo está haciendo actualmente y nosotros conocemos.
Por todo esto, sumado a que es una baza electoral muy importante, siempre está en boca de los políticos y en los telediarios y demás noticias y lo convierte en un tema de actualidad que a mucha gente le interesa y afecta. La sensación actual con respecto a este tema es principalmente de inseguridad e incertidumbre y está incrementándose día a día, estando ya en la lista de las principales preocupaciones de los españoles, según un estudio del CIS de abril de 2019.
Debido a esta incertidumbre, es habitual que en los medios se presenten ideas que puedan ayudar a solucionar este problema, y una de ellas es contratar un plan de pensiones. Mediante este artículo vamos a analizar de qué se trata, y si vale la pena.
¿Qué son los planes de pensiones?
Pueden ser sistemas de ahorro e inversión largo plazo, que se basan en tu compromiso de ingresar una determinada cantidad durante un intervalo de tiempo. Cada plan será diferente y, evidentemente, cuanto mayor sea la cantidad y más frecuentes sean los plazos, mejor resultará en el momento en que queramos empezar a disfrutar de la inversión.
Tipos más comunes de planes de pensiones
A la hora de entender los tipos de planes de pensiones, y para hacer una clasificación, debemos atender a diferentes factores tales como por quién son promovidos, aportaciones, garantías e inversiones. A continuación, hablaremos de las diferentes clases de todos ellos.
Dependiendo de la entidad financiera con la que se establece el plan es posible acceder a los siguientes:
- Individual: es un plan acordado de forma privada entre la persona que lo contrata y el banco.
- De empleo: es un compromiso de las empresas con sus trabajadores.
- Asociado: está cubierto por asociaciones y sindicatos, cuyos miembros son los partícipes.
Pero por otro lado, podemos tener en cuenta el riesgo y la rentabilidad de la inversión:
- De renta variable: son los planes en los que se va a invertir al menos un 75% del total de aportaciones realizadas en rentas variables. Pueden ofrecer una rentabilidad alta, pero por otro lado presentan un riesgo mayor de pérdidas.
- Variable mixta: las aportaciones periódicas de capital, se realizan tanto en renta fija como en renta variable, siendo destinado a esta última entre un 30 y un 75%.
- De renta fija: como su propio nombre sugiere, destinan la inversión en productos tanto de carácter público como privado, se caracterizan por ser de riesgo bajo y rentabilidad baja.
- A corto plazo: si el plazo de inversión es inferior a 2 años.
- A largo plazo: si, por el contrario, el plazo es superior a estos 24 meses.
- Mixta: invierten en fija y en variable, con la particularidad de destinar a esta última un máximo del 30% del total.
- Garantizados: se trata de fondos en los que la entidad gestora añade una garantía adicional con un rendimiento fijo marcado por antelación. La entidad se compromete a que el titular recupere la totalidad del dinero, siempre y cuando respete los plazos de depósito. El riesgo es mínimo pero la rentabilidad también puede ser muy reducida.
¿Qué ventajas ofrecen los planes de pensiones?
- Fiscalidad positiva: a corto plazo puedes desgravar las aportaciones al hacer la declaración de la renta. Además no se pagan impuestos hasta el momento de la retirada del dinero lo que supone un ahorro fiscal.
- Motivación para el ahorro: al controlar tu cantidad y saber la ayuda que será para tu futuro. Al ser cantidades que no se notan demasiado en tu economía diaria será una motivación para el futuro.
- Flexibles: puede realizarse una aportación pequeña, no requieren ninguna indicación en cuanto a capital mínimo, así que podrás ir añadiendo simplemente una cantidad que no altere tu economía.
- Traspasables entre sí: si encuentras otro plan de pensiones, que te parece más ventajoso que el que posees, podrás cambiar de plan sin tener que pagar impuestos por ello.
- Complemento a la Seguridad Social: son valores añadidos a lo que tú, por otra parte estás tributando a Hacienda trabajando cada mes. Por tanto será un extra a la pensión del estado que te corresponda.
Posibles inconvenientes
- Falta de liquidez: desafortunadamente no puedes retirar tu dinero en el momento que desees, sino que se tienen que cumplir alguno de los supuestos que permiten dicho rescate. Enfermedad grave, incapacidad laboral o desempleado de larga duración podrían ser algunas de las condiciones en las que podrías hacerlo efectivo.
- Rentabilidad baja: la mayoría de los planes de pensiones privados apenas consiguen una rentabilidad mayor que la inflación. Por eso en ocasiones son considerados modos de ahorro en vez de inversiones.
- Impuestos al retirar el dinero: al principio la fiscalidad son ventajas, pero al retirarlo puede ser una cantidad bastante elevada la que tengamos que pagar.
- Comisiones: la entidad financiera cobrará durante todo el tiempo gastos de gestión anual, y comisión de depositaría, que sumados serán más del 1% y van a disminuir el beneficio.
- Cierto riesgo: porque solo los garantizados te ofrecen eso, una garantía de recibir todo el dinero. En el resto se establece una confianza de que las inversiones produzcan una cantidad mayor y que los ciclos económicos positivos compensen a largo plazo los negativos.
Por un lado tanto los bancos, gobiernos y aseguradoras recomiendan y promueven este tipo de servicios, aunque las organizaciones de protección al consumidor, como la OCU, recomiendan otras alternativas, como realizar inversiones en cartera diversificada a largo plazo. La última palabra siempre está en tus manos.