Actualmente, en la sociedad española, cada vez que una persona tiene un apuro económico decide usar una tarjeta de crédito o un solicitar un crédito rápido para poder afrontar diferentes situaciones. Desde el pago de facturas mensuales, imprevistos o emergencias de última hora, viajes u ocasiones especiales e etc. Pero no estaría de más conocer las ventajas e inconvenientes de los créditos y de las tarjetas para saber cuál es la mejor opción según tus necesidades financieras.
Ante muchos casos, cuando decidimos financiar una compra no sabemos si usar la tarjeta de crédito o solicitar un préstamo personal para poder salir del apuro económico. No es complicado encontrarse en una situación en la cual no tengamos disponible efectivo económico en un momento determinado. Por eso, es bueno contar con la oportunidad de obtener financiamiento instantáneo sin tener que gastar parte de nuestros ahorros personales si es que contamos con ellos.
Para salir de dudas, vamos a continuación, a analizar cómo funciona cada una de las opciones descritas anteriormente, así, en caso de urgencia sabrás si te conviene más recurrir a un préstamo personal o por el contrario usar tu tarjeta de crédito personal.
Cómo funcionan las tarjetas de crédito
Si tienes una cuenta personal bancaria con uno de los grandes bancos como por ejemplo Santander, BBVA o la Caixa, seguramente tendrás una tarjeta de la entidad financiera con la cuál puedes financiar algunas compras. Es decir, las tarjetas de créditos son mini depósitos que tienes con el banco. A cada tarjeta se la asigna una cantidad de dinero máxima que puede gastar, sin que lo tengas en tu cuenta. Durante un periodo de tiempo, que normalmente suele ser de un mes en España, se van acumulando las operaciones que has realizado con dicha tarjeta y se realiza el cargo a la cuenta bancaria que esté asociada a la tarjeta.
Por lo tanto, debes de contar con el dinero en tu cuenta bancaria personal para cuando la entidad financiera decida hacerte el cargo, normalmente en el periodo de tiempo que esté estipulado. De lo contrario, podrías recibir una seria de intereses en tu cuenta bancaria derivado del impago a tiempo. Esta tasa se conoce como TAE (tasa anual equivalente), suele ser variable de una entidad a otra y puede ir desde el mínimo de 7% a un máximo de 50% aunque lo normal es pagar un 19% de TAE con este tipo de tarjetas de crédito. Algunas tarjetas pueden cobrarte una tasa mínima de gasto mensual también en concepto de mantenimiento e incluso cobrarte directamente por el servicio sin que quede establecido el tipo de gasto mensual que debes de realizar. Por lo tanto, deberás de ver y consultar las condiciones de contratación con tu entidad financiera.
Cómo funcionan los préstamos personales
Los préstamos personales se solicitan, por ejemplo, para financiar los estudios, comprar un coche, realizar un viaje etc. Aunque no es igual que una hipoteca, un préstamo personal de dinero consiste en solicitar al banco o una entidad financiera X cantidad de dinero y se fija un tiempo de devolución con unos intereses derivados del proceso. A partir de esto, se determina la cuota mensual con la cual se devolverá el capital prestado por la entidad financiera.
Por regla general, cada entidad financiera puede decidir el tipo de interés y otros gastos adicionales con los cuales te otorgarán el préstamo personal. Si deseas pagar menos intereses lo mejor es siempre devolver el préstamo en el menor tiempo posible. También es muy importante considerar las condiciones que establece cada entidad financiera, ya que las penalizaciones por impago pueden variar de una a otra. Por ejemplo, imagina que has solicitado un préstamo personal para pagar las tasas universitarias de tus hijos y quieres quitarte el préstamo con el dinero recibido en tu salario siguiente. Deberás de ver si en tus condiciones generales tienes penalización por amortización o sin embargo puedes quitarte el préstamo en un sólo pago al no tener este tipo de cláusula en tu contrato de préstamo.
Tarjetas o préstamos personales.
Si no sabes que opción escoger en un momento determinado te recomendamos siempre que evalúes primero tus necesidades personales y leas cada detalle de la opción que deseas seleccionar. De todas maneras, siempre es bueno contar con un sistema de ahorro personal y tener siempre bajo control los gastos mensuales. Si estás atravesando por una etapa complicada quizás lo mejor es optar por un préstamo personal, ya que podrás equilibrar tus finanzas personales en el momento y afrontar con éxito un plan de ahorro personal. Eso si, antes de solicitar cualquier forma externa de financiación, sea cuál sea la opción que selecciones, es mejor que conozcas tu capacidad de endeudamiento personal, ya que así podrás negociar con la entidad financiera mejores condiciones.